Hablando en silencio ,mi columna de hoy en el periódico la información
Podemos construir un jardín florido y abundante,
lleno de flores de distintos colores y tamaños, a través de pensamientos
positivos o por el contrario dejar que se filtren pensamientos inútiles y
negativos, crecen y se reproducen en ese jardín malezas como: angustia, enojo,
ira, rencor, frustración, que atraerán
desarmonía e insatisfacción.
Una mente en su
estado natural es pacífica, y una mente pacífica nos da claridad. Cuando vemos
la vida con claridad no hay desgaste, porque nuestra mente se vuelve liviana,
no se alimenta de pensamientos innecesarios, agobiante. La mayor enfermedad de
la mente es pensar en exceso, especialmente pensar demasiado en lo que hicimos,
dejamos de hacer o en lo que quisiéramos estar haciendo. Todo esto perturba la
serenidad propia de la mente. Pensar demasiado es como comer demasiado: la
pesadez nos impide mantenernos ligeros y flexibles.
La calidad de los pensamientos va creando una
actitud anímica conforme a dichos pensamientos. Y la actitud anímica genera un
estado orgánico semejante, para bien o para mal.
El organismo no se envenena sólo por las toxinas
que se ingieren sino también por la calidad de los pensamientos que albergamos
en nuestra mente y los sentimientos que
se anidan en nuestro corazón. Es necesario higienizar la mente.
Pensemos con
calidad para que el flujo de la vida no
sea otra cosa que la interacción armoniosa de todos los elementos y las fuerzas
que estructuran el campo de la existencia, y esta interacción se traduce en calidad de
sentimientos
Cuando mantenemos un pensamiento
durante un tiempo, éste se transmite al Universo. Ese pensamiento se adhiere
magnéticamente a la frecuencia de lo semejante y en cuestión de segundos
devuelve la lectura de esa frecuencia a través de las emociones que sentimos.
Dicho de otro modo, el Universo se comunica contigo a través de tus sentimientos
para decirte en qué frecuencia te encuentras en este momento.
Saber reconocer nuestros
pensamientos es la base de nuestra
capacidad para dar y recibir. Ser consciente de cómo nos sentimos y sintonizar
con esos sentimientos, es la forma más rápida de saber lo que estamos pensando
y queremos.
Recuerda que la “la combinación del
pensamiento y el amor es lo que crea la irresistible fuerza de la ley de la
atracción”.
Crea tu realidad, empieza ahora a sentirte una persona de sentimientos
sanos y la prosperidad la vera como cuando más da.
No hay comentarios:
Publicar un comentario