lunes, 25 de octubre de 2010

Date un Chance

Después de tanto, trabajo, obligaciones y responsabilidades los seres humanos debemos darnos un tiempo para mimarnos, cuidarnos, querernos.

Ya sea después de todas las obligaciones o al mediodía, pero siempre reserva al menos media hora sólo para ti, en la que no le sirvas a nadie y en la que puedas dedicarte hacer lo que te gusta, te relaja o al menos descansa un momentito.

Cada dos semanas sal con tu pareja en plan romántico. Ese día deben salir solos y dedicarse a hablar de ustedes, de lo que les pasa, de lo que viven. Dejar el tema hijos para otra oportunidad, no pensar en las deudas, enfermedades, trabajo, problemas sociales, ni en el futuro sólo vivir el momento.

Cuando vayas manejando, escucha música tranquilizadora, que no te acelere, sino que te ayude a tomar las cosas con más calma. Además, si vas con los niños, esa música los tranquilizará a ellos también.

Si llegas a casa y resulta no estar tan limpia y ordenada como solía estarlo, pues olvídalo. Es irrelevante. No te vuelvas loca limpiando, mejor déjalo para cuando tengas más energía y aprovecha la que te queda en disfrutarla con tus hijos; Es mucho más gratificante.

Sal de vez en cuando con tus amigas y diviértete de lo lindo; Verás lo terapéutico que resulta una conversación con las amigas, báñate en el rio, ve al campo, disfruta de las flores, escucha un cuento con picardía, sonríe a carcajadas hasta que te salgan las lagrimas, juega, baila, práctica algún deporte, amanece bajo la luz de la luna, libérate.

Todo podemos disfrutarlo y si es en familia mejor .Unos padres modernos necesitan hijos modernos y esto es: que cada uno haga su cama, que ayuden con los quehaceres domésticos juntos y que sean responsables en sus tareas escolares. Explícale que esto te ayudaría a estar más tiempo con ellos jugando en vez de estar persiguiéndolos porque no hicieron los deberes.

Conocer tus hijos, lo que les gusta, sienten y viven, te ayudará a tener mayor cercanía con ellos y ser mejor madre, mejor padre ellos son más importante que todo en la vida, serán lo que tú les enseñes, y vamos a tener una sociedad producto de lo que les hemos ofrecido a nuestros hijos.

Debes saber en qué flaqueas, pero no debes obsesionarte con ser una persona perfecta, basta con que trates de mejorar y ser más humana. Deja atrás las culpas, esas que la mayoría tienen una vez llegan a la casa .Recuerda no somos perfectos ni lo seremos jamás y siempre encontraremos que hablen bien o mal de nosotros.

Nunca olvides Visitar tu familia, mamá, papá, hermanos, tíos, habla con ellos de tus cosas, siempre tendrán un buen consejo para ti. Además las remembranzas soy muy buenas sobre todo cuando son compartidas con las familias.

Algo muy importante dale siempre a Dios el primer lugar en todo, ora, lee sobre su palabra, porque sólo él nos da la fuerza que no logramos con seguir con todo lo material y placentero que nos ofrece la cotidianidad. Bendice al que te maldice y abraza y entrega una sonrisa a quienes más te dañan.

lunes, 4 de octubre de 2010

Los sueños nos ayudan a aprender



Las experiencias oníricas mejoran el procesamiento de la memoria y el aprendizaje.

El simple hecho de dormir una siesta y tener sueños relativos a una tarea que se acaba de asimilar puede ayudar a realizarla mejor cuando se despierta.

Según la investigación liderada por el doctor Matthew Walker, de la Universidad de California, un sueño corto o "cabezadita", no sólo ayuda a refrescar la retentiva, sino que, además, eleva la capacidad cerebral de aprendizaje en las personas.

Si quiere estar en mejores condiciones para dar un examen especialmente difícil, fijar mejor los nuevos conocimientos que recibe o quiere aumentar las probabilidades de aplicar con éxito las tareas o habilidades en las que se está instruyendo, ¡duerma más y mejor, y no olvide echarse una cabezadita!

No se trata de un contrasentido, ni de una invitación a la pereza. Nadie duda de la importancia de la práctica, la dedicación y la atención, a la hora de abordar cualquier tipo de aprendizaje.

Sin embargo, algunas investigaciones recientes sugieren que si a unos buenos hábitos de estudio y técnicas de aprendizaje se añade una dosis de sueño regular, la mente funciona mejor. Es decir que "quien duerme mejor, también aprende mejor".

Los sueños mejoran el procesamiento cerebral de la memoria y el aprendizaje, de acuerdo a una investigación dirigida por el doctor Robert Stickgold, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

Las ensoñaciones podrían ser la forma en el que el cerebro manifiesta que está trabajando mientras la persona duerme, concretamente en consolidar la memoria e integrar las experiencias recientes.

Según este trabajo, las ensoñaciones podrían ser la forma en el que el cerebro manifiesta que está trabajando mientras la persona está durmiendo, concretamente en la consolidación de la memoria, integrando las experiencias recientes para ayudar a las tareas posteriores y transformando este material en información que se pueda aplicar en la vida cotidiana.

Los investigadores solicitaron a 99 personas que asistieran a una hora de entrenamiento en un "laberinto virtual".

Se trata de un ejercicio informático en el que debieron navegar en un entorno de realidad simulada en una pantalla de ordenador, para aprender los recovecos de un complejo laberinto en tres dimensiones y poder llegar a su punto final lo antes posible.

Después de entrenar, los participantes fueron asignados a una siesta de 90 minutos o a participar en actividades tranquilas. En varias oportunidades se les solicitó que describieran lo que pasaba por sus mentes o qué soñaban. Cinco horas después del ejercicio inicial, volvieron a repetir la tarea del laberinto.

Los autores del experimento comprobaron que aquellos participantes que habían dormido y descrito sueños sobre "la tarea del laberinto" demostraron al repetirla posteriormente, una mejora 10 veces superior a la exhibida por quienes durmieron la siesta y afirmaron no haber tenenido sueños relativos al laberinto.

DORMIR PARA APRENDER.

Los "soñadores describieron diversos escenarios, por ejemplo, la presencia de gente en los puntos de control de un laberinto, hallarse perdidos en una cueva de murciélagos o escuchar la música de fondo de un juego informático", ha explicado Erin Wamsley, coautora del estudio estadounidense

La siesta podría ser de gran ayuda especialmente para los jóvenes, de acuerdo a otro trabajo de investigadores estadounidenses presentado ante la Asociación Americana para el Avances de las Ciencias (AAAS, sus siglas en inglés), de EE.UU.

Según la investigación liderada por el doctor Matthew Walker, de la Universidad de California, un sueño corto o "cabezadita", no sólo ayuda a refrescar la retentiva, sino que, además, eleva la capacidad cerebral de aprendizaje en las personas.

En el estudio han participado 39 jóvenes sanos, que fueron divididos en dos grupos, uno de los cuales durmió una siesta de 90 minutos a las 2:00 de la tarde ,mientras que el otro no durmió. Cuatro horas después, los científicos solicitaron a todos los jóvenes que realizaran una serie de ejercicios de aprendizaje.

Los investigadores comprobaron que los jóvenes que durmieron la siesta puntuaron mejor en los ejercicios que aquellos que no sestearon, lo cual "refuerza la hipótesis de que dormir es necesario para almacenar la memoria a corto plazo y para abrir espacios para la nueva información", en opinión de Walker.