lunes, 11 de noviembre de 2013

Si nos lleváramos de consejos

    


    Todos los días, aparece alguien que de una  u otra manera nos da un consejo, pocos le hacemos caso, y dejamos  que la realidad nos llegue cuando chocamos con la pared, y nos rompemos la nariz; solo los momentos de caída nos hacen levantarnos y buscar la fuerza y la sensatez, para aprender y asumir con entereza de los errores cometidos, de los fracasos y las  malas decisiones  tomadas en el transcurrir de nuestra existencia.  He aquí algunas sugerencias que nos  conducirán asumir la vida  de una manera diferente, y  ayudar a mejorar nuestra alma.

   *Evita criticar y descalificar a las demás personas, en especial a tus seres queridos. Cambia tu actitud y adopta el compromiso de reconocer y resaltar sus cualidades y características más positivas. Es preferible guardar silencio cuando no tenemos algo positivo o constructivo que decir acerca de una persona.

    *Nada sucede por casualidad, y todo lo que ocurre es para bien, cada experiencia trae su lección y cada situación de gozo o dolor es una oportunidad para aprender y crecer aunque en el momento no podamos reconocerlo.

     *Asume la responsabilidad de tu vida y decide aligerar el peso emocional de tu equipaje, para que puedas pasar la página, recuperar el ánimo y la confianza que te permitan tomar lo mejor de esa experiencia para crecer, madurar y sentirte mejor!

     *Evita darle vueltas en tu cabeza a las preocupaciones, pues así, solo lograras que se hagan más grandes y graves de lo que son. Réstale importancia a las situaciones  que no la tienen.

   *Aprende a diferenciar entre una situación importante y otra que no lo es. Recuerda que en la medida en que mantengas la serenidad y la confianza en ti mismo, podrás afrontar lo inesperado de una mejor manera.

   *Anímate a bajar las barreras, que te separan de los demás, para expresar espontáneamente tu forma de pensar y de ver la vida. Para tener una vida plena, es importante dejar el pasado atrás, especialmente si fue difícil.

  *Bien vale la pena, recordar, que solo a través de la resolución de algunos de esos recuerdos, es cómo podemos liberarnos de esa carga emocional negativa que seguimos guardando, y que lograrlo, nos hará libre del hábito de responder exageradamente a ciertas situaciones que estimulan nuestras reacciones más negativas.


   *Somos el producto de todo lo que hemos vivido, lo hayamos aprendido o no. Hagamos el esfuerzo de observarnos a nosotros, sin juicio y sin crítica, solo con el ánimo de conocer la conexión que existe entre nuestras reacciones, actitudes y comentarios, y los pensamientos, las ideas, los prejuicios y las creencias que pudieran estar alimentándolos.


La próxima vez, que una persona o una situación te haga sentir fuera de control, maneja tus emociones y tomate unos segundos antes de reaccionar, para pensar, buscar la causa de tu malestar dentro de ti, cerrar la puerta que te conecta con tu pasado, y responderle a la persona o a la vida de una manera completamente diferente. ¡Rompiendo el Ciclo que has repetido durante tanto tiempo!


   * Encuentra con quien compartir tus momentos de placer, ¿No disfrutas más de un atardecer con tu pareja o de una película divertida con tus hijos? Evita sacrificar siempre tus deseos para complacer a los demás, de vez en cuando exprésalos abiertamente y busca la manera de satisfacerlos.


     *Asume el compromiso de cambiar. Solo tú puedes hacer algo concreto para dejar de reaccionar cuando te sientes afectado emocionalmente, repitiendo una y otra  vez los mismos pensamientos, actitudes y comportamientos. Haz una lista de propósitos personales y cumple cada uno de ellos. Recuerda que el más beneficiado vas con el cambio, vas a ser tu mismo.

   *Si  tienes la capacidad de recuperar la serenidad, el valor, la fortaleza y la claridad que necesitas para superar la dificultad y hacerlas parte de tu desarrollo personal, sería   un logro maravilloso, a final de año es importante pasar balance y  ver que logramos a nivel espiritual, emocional.