domingo, 11 de noviembre de 2012

Flor del sol o girasol


                                                                     Flor del sol o girasol

 Ella viste la naturaleza de colores brillantes, no puede pasar inadvertida y le gusta tanto el sol que lo mira de frente durante todo el día.

 Es la planta de girasol, cuya alegre y enorme flor gira durante el día, de Este a Oeste, buscando la luz del astro rey.

 Favorita de personas alegres, optimistas y extrovertidas, esta flor tiene múltiples usos y se destaca por su utilización en decoración y floristería, a lo cual ha contribuido el cultivo de especies de distintas dimensiones y colores tan variados como amarillo, naranja, rojo y ocre.

Variadas razones nos hacen asociar el girasol con la época estival: su nombre alude al sol, y su colorido se adapta perfectamente a las tendencias del verano e incluso del otoño, las dos estaciones en las cuales esta alegre planta florece.

A parte de su singular y obvia belleza, los girasoles son un tipo de flor que por sus diversas características son capaces de halagar a quienes gustan de los colores brillantes y fuertes a la hora de elegir una flor como su predilecta, contagiando de alegría con su forma de cara feliz

El girasol es apreciado no sólo por su vibrante colorido, sino también por su interesante mezcla de texturas. Su tallo, largo y grueso, tiene vellosidades; el centro de su flor es rugoso y sus pétalos, suaves como la seda.

Al pensar en girasoles tal vez nos vengan a la mente las enormes y espectaculares plantaciones francesas, pero el girasol es una planta oriunda de América, específicamente de México y Perú, que fue llevada a Europa por los españoles.

 Su nombre científico, Helianthus, proviene del griego “helios”, que significa sol, y “anthos”, flor.Es  una planta anual, su tallo, de tres centímetros de diámetro, puede alcanzar hasta dos metros de altura. Produce una única flor terminal.

 

 

 

Necesitamos la misma dosis de predica y práctica.

 
                                      Necesitamos la misma dosis de predica y práctica
Es paradójico la frecuencia con la que nos encontrarnos con personas sumamente contradictorias: Promueven la igualdad pero son clasistas; dicen que el dinero no es importante pero se matan toda una vida consiguiéndolo, unos a base de trabajo otros de manera fácil,  afirman que todos tenemos dignidad pero a la hora de encontrarse en la calle con personas como prostitutas o indigentes corren como si éstos tuviesen lepra.
La mayoría de personas queremos un mundo sin armas, pero salimos a celebrar cuando una persona que consideramos mala  es asesinada, no queremos niños violentos y somos los primeros en comprarles  una pistola de juguete.
 Queremos un planeta libre de contaminación, pero  lanzamos  al más leve descuido un plástico en la calle, somos  fumamos; extraemos arenas de los ríos  y desperdiciamos el agua como si no fueramos a necesitarla nunca mas .
No  queremos que  nos critiquen destructivamente, pero no titubeamos en señalar a los demás cuando no hacen lo que nosotros consideramos correcto.
Nos encanta que nos halaguen y reconozca nuestra “virtudes” pero no somos capaces de reconocer la de los demás.
Queremos que los niños no sean maltratados pero, ¿cuántos de nosotras nos detenemos en las calles  a defender a un infante que está siendo abusado, maltratado?
¿Cuántos nos levantamos en contra de la injusticia y elevamos nuestras voces en honor a la igualdad?
 ¿Cuántos somos capaces de dejar de pensar por un momento en nosotras mismos y preocuparnos por una persona  que no tiene que comer hoy, cuantas?
  ¿Cuánto hablan de derechos y todos los días vivimos violentando el derecho de los demás?
Ya es normal que nos sintamos  cansados  de que en esta vida todo el mundo quiera  optar al título de “SANTO” pero nadie quiera convertirse en un MILAGRO.