miércoles, 15 de junio de 2016

Cada situación nos lleva a una reflexión

 Hablando en silencio
por:Doris Rodríguez

De los Problemas: tenemos que comprender  que en  cada dificultad  hay por lo menos  una solución efectiva, cada uno crea su propia realidad, los pensamientos, sentimientos y las acciones, son las repuestas al camino recorrido. No hay vida sin problemas, y la satisfacción está en encontrar la solución.
   
Del daño: nadie se hace grande  haciendo DAÑO a los demás, demostrando lo pequeño que otros pueden ser ante nosotros , SANO  es aquel que puede engrandecer a la gente que tiene alrededor, que los protege con amor y los ayuda a buscar solución. Cuando dañas  interrumpes con tu pequeña cabeza  la grandiosa tarea del señor.
   
Del rencor: el rencor es el arma de los que no tienen razón ni corazón, el rencor es una emoción negativa que aparece cuando sentimos que alguien se ha portado mal con nosotros y nos ha herido, pero sentir rencor no arregla ningún problema, al contrario, nos puede producir infelicidad y sufrimiento. No te dejes engañar, perdona, más vale saber perdonar qué perder todo por una tontería.
   
De la muerte: aprendemos que cada fin tiene un nuevo comienzo, debemos asumir la muerte como una promesa de renacimiento, como renace cada estación, así vamos honrando las estaciones de la vida. Quien muere no se pierde, se adelanta al camino  por el que todos tenemos que pasar.
   
Mientras llega el camino final, hay  muchos senderos que suben la montaña del conocimiento espiritual, del  crecimiento  personal, y de la libertad emocional.
    
Hace muchos años leí un libro titulado How to Turn Failure Into Success,  (¿Cómo convertir el fracaso en éxito?) del  profesor e investigador psíquico  Harold Sherman, en el que da un código de persistencia. Hoy viendo tantas situaciones que nos irrumpe la tranquilidad espiritual, he decidido  compartirlo con ustedes los que aun  recuerdo.

1- Aprendí que jamás hay que darse por vencido mientras sepas que tanto tienes la razón.

2-Creer firmemente en que todo obra para bien, que todas las cosas obran a mi favor  si me sostengo hasta el final.

3-Que no puedo perder el ánimo,  y no desmayaré frente a las probabilidades.

4-Siempre lucharé, y no permitiré que nadie me intimide, ni me separe de mis metas, porque no puedo permitir que nadie me sustraiga mis sueños. 

5-He  aprendido a luchar  para vencer todos los impedimentos físicos y las contrariedades que se presentan en la vida.

6-Trataré una y otra vez, para realizar lo que quiero, cada intento es una experiencia que me servirá para lograr mis propósitos.

7-Obtendré fe y fortaleza al saber que todos los hombres y mujeres con éxito lucharon contra la derrota y la adversidad.

8-Nunca me rendiré al desaliento o la desesperación, no importa con qué obstáculos aparentes me enfrente. Cada uno tiene su propio camino que lo conducirá a un estado de paz y de satisfacción.
   
No puedes permitir que se cierren los caminos, hay nuevos senderos que se abrirán para ti, no dejes que tus ojos se empañen de lagrimas demasiado tiempo, ella te impedirán ver lo que necesitas.
   
Recuerda   la base de  todo éxito está en creer en lo que somos y en poner nuestra con

martes, 7 de junio de 2016

Lo que perdemos con la tecnología



Hablando en silencio
Por: Doris Rodríguez
 


La tecnología nos proporciona interesantes herramientas que nos permiten  conectarnos con lo actual, donde tenemos la oportunidad de  acceder a todo tipo de informaciones; es práctica y nos facilita nuestras tareas y necesidades; y aunque tiene la facilidad de acercarnos  a lo  lejano, también sabe  alejarnos de lo cercanos.  
Con la tecnología ganamos libertad, autonomía, posibilidades, pero también, nos esta desconectando de nuestras raíces, del mundo, nos esta volviendo seres asociales, sumergidos en la  web, en los  celulares, tabletas,  videojuegos, y cualquier otro artefacto electrónico. No vivimos otras experiencias ni dejamos que surjan nuevas oportunidades, sino que siempre estamos enfocando nuestra mirada hacia el celular o la computadora.
Con la comodidad que nos proporciona la tecnologia vamos ganando cosas y perdiendo otras. Si bien uno está obligado a ganar o perder, uno puede tratar de orientar la dosis de ganancia y de pérdida, hacer una combinación. Las formas de comunicarnos, convivir, trabajar... y en definitiva de vivir, han sufrido durante los últimos años cambios radicales provocados por las nuevas tecnologías.
Los hábitos o costumbres que hacen apenas unos 30 0 40  años eran básicos, se están perdiendo en las nuevas generaciones que ven en la tecnología un comodín, que nos va llevado a olvidar cosas cotidianas como:  saber cómo buscar un dato en un libro, recordar los números de teléfono de familiares y amigos, preguntar una dirección a un vecino ,dar un abrazo , saber identificar la flora y la fauna de un lugar, entender las unidades de medida (pies y pulgadas), ahora la tecnologia nos resuelve cada problema  a través  de una solución online mientras nos aleja de las personas. La tecnología nos ha arrancado una tarde de te o de un buen café en una conversación en la que un toque de mano era terapia para el alma, ahora subimos una fotografía a instagram, facebook o twiter para que sepan que lo tomé en una tasa de porcelana aunque el momento haya sido el más amargo del día.
La tecnologia nos ha robado el brillo de una mirada, ahora nos gastamos   buen tiempo  tomándonos  selfie  para lucir en las redes la mejor pose, nos exhibimos como un artículo cualquiera por si alguien quisiera comprarnos, nos hacemos amigos por las redes sociales ,pero si nos encontramos con ellos ni lo saludamos, porque a lo mejor su foto de perfil tiene tanto filtro que no parece la misma persona, pero peor aun nos hemos acostumbrado a saludar u sonreír por foto ,  acercarnos a alguien y saludarle nos causa miedo ,hemos perdido la cercanía de los afectos, de una mirada ,de una sonrisa o de un hola, hemos perdido los amigos de una conversación entre un  abrazo cálido y cercano  , por un amigo de un like que nos ha regalado la tecnología .   
  Los adelantos tecnológicos nos han cambiado la forma de comunicarnos  a tal punto que nos asombra recibir una carta enviada  a través de un correo postal y escrita a  mano, como la que recibí esta semana del Doctor Rafael García y de su señora esposa Dulce Josefina desde  la ciudad capital, créanme que fue tal mi sorpresa que sacó sonrisas de mis labios y una lágrima de alegría , primero por  la gentileza  y segundo  porque  recordé mi niñez y adolescencia cuando para pedir una canción en la radio había que solicitarla a través de este sistema que unía corazones sin tener por el medio una selfie ; sentí una gran nostalgia ,pero también una gran satisfacción ,  saber que una persona tomara  unos minutos para escribir de su puño y letra una carta dejando la modernidad atrás y poniendo delante lo humano. Muchas gracias a estos  dos amigos lectores por sus palabras, pero sobre todo por su cercanía en la distancia.