Un espacio con mensajes espirituales, de crecimiento personal, oraciones, y amor, que ayudan a curar el alma para tener una vida en paz , con Dios en el corazón.
La transparencia de
lasaguas de los mares lucen los colores
de sus especies bailando en el fondo libre.
Los animales caminan
y descansan en las calles y avenidas del pueblo.
Las aves cantan a
todo pulmón en las madrugadas, callando la ciudadde las bocinas y limpiando el pestilente olor a gasolina.
La vida silvestreviste su mejor gala, si, está de
fiesta, la dejamos respirar.
Lasgolondrinas en manadas acuartelaron con su armónico canto el virus del planeta tierra, LA HUMANIDAD.
La naturalezasusurra su alegría, al apagarlas Chimeneas Industriales y encerrar el virusen las celdas con muros de miedos.
En el campose han
vuelto a escuchanlas cotorrashablar su idioma, el barancoli silba y enamora,
la sigua palmera juega con el viento y el gavilán ha vuelto a volarencimas de las olas.
Ahora, mientras elplaneta no huele a huevos podridos, las aves
hacen sus viajes migratorias, con sus gestos y hermosos plumajes pintando el cielo de arcoíris,
mientras el hombre duerme boca abajo.
El virus humano esta
enjaulado de rodillas, la guerra silente nos ha dejado como enanos del mundo, y
Dios nos vuelve a regalar otra
oportunidad para que aprendamos amar la
madre tierra. Doris
Rodríguez.
Aún estamos de
cuarentena, sin saber cuándovamos a salir.
Lo quesí debemos comprender ahora es, que no somos
dueños del tiempo, que se quedaron atrás las metas y objetivos en la fecha que nos habíamos planteado para
este año 2020.
Dios nos ha puesto de rodillas ante ÉL, para que entendamos que la vida en
cristo Jesús es más importante que nuestra
agenda, el carro, la casa, la empresa, el trabajo, el dinero y todo lo que
nosotros creemos “importante”…
No entendemos que lo
único para contrarrestar este virus es, quedarnos en casa.
Sé que me dirá, que
no aguanta el encierro, que no tiene qué comer, que añora ir a la iglesia, a la
escuela, al trabajo, que no puede estar sin ir al salón a tapar lo que todos
sabemos tiene ( canas), que tu familia y amigos te hacen falta; que tenía
previsto una series de actividades como: ir de viaje, celebrar cumpleaños familiares, fiestas entre
amigos , cenas, bonches, en fin, lo que siempre hacemos, aparentar que estamos
bien y “somos felices”.
Ahora yo te hago
una sola pregunta ¿Antes de tu encierro
valorabas todo lo que hoy añoras?
Si quieres volver a tener lo que tenías, esperaun poquito más yQUÉDATE EN
CASA. Acércate a Dios, Porque de
seguro que cuando regreses a tu “vida normal” será diferente.