Hablando en
silencio
Por: Doris
Rodríguez
La tecnología nos proporciona interesantes
herramientas que nos permiten conectarnos con lo actual, donde tenemos la
oportunidad de acceder a todo tipo de
informaciones; es práctica y nos facilita nuestras tareas y necesidades; y
aunque tiene la facilidad de acercarnos a lo lejano,
también sabe alejarnos de lo cercanos.
Con la tecnología
ganamos libertad, autonomía, posibilidades, pero también, nos esta desconectando
de nuestras raíces, del mundo, nos esta volviendo seres asociales, sumergidos
en la web, en los celulares, tabletas, videojuegos, y cualquier otro artefacto
electrónico. No vivimos otras experiencias ni dejamos que surjan nuevas
oportunidades, sino que siempre estamos enfocando nuestra mirada hacia el
celular o la computadora.
Con la comodidad que nos proporciona la tecnologia vamos
ganando cosas y perdiendo otras. Si bien uno está obligado a ganar o perder,
uno puede tratar de orientar la dosis de ganancia y de pérdida, hacer una
combinación. Las formas de comunicarnos,
convivir, trabajar... y en definitiva de vivir, han sufrido durante los últimos
años cambios radicales provocados por las nuevas tecnologías.
Los hábitos o
costumbres que hacen apenas unos 30 0 40
años eran básicos, se están perdiendo en las nuevas generaciones que ven
en la tecnología un comodín, que nos va llevado a olvidar cosas cotidianas
como: saber cómo buscar un dato en un
libro, recordar los números de teléfono de
familiares y amigos, preguntar una
dirección a un vecino ,dar un abrazo , saber identificar la flora y la
fauna de un lugar, entender las unidades de medida (pies y pulgadas), ahora la
tecnologia nos resuelve cada problema a
través de una solución online mientras
nos aleja de las personas. La tecnología nos ha arrancado una tarde de te o de
un buen café en una conversación en la que un toque de mano era terapia para el
alma, ahora subimos una fotografía a instagram, facebook o twiter para que
sepan que lo tomé en una tasa de porcelana aunque el momento haya sido el más
amargo del día.
La tecnologia nos
ha robado el brillo de una mirada, ahora nos gastamos buen
tiempo tomándonos selfie para lucir en las redes la mejor pose, nos
exhibimos como un artículo cualquiera por si alguien quisiera comprarnos, nos
hacemos amigos por las redes sociales ,pero si nos encontramos con ellos ni lo
saludamos, porque a lo mejor su foto de perfil tiene tanto filtro que no parece
la misma persona, pero peor aun nos hemos acostumbrado a saludar u sonreír por
foto , acercarnos a alguien y saludarle
nos causa miedo ,hemos perdido la cercanía de los afectos, de una mirada ,de
una sonrisa o de un hola, hemos perdido los amigos de una conversación entre
un abrazo cálido y cercano , por un amigo de un like que nos ha regalado
la tecnología .
Los adelantos tecnológicos nos han cambiado
la forma de comunicarnos a tal punto que
nos asombra recibir una carta enviada a
través de un correo postal y escrita a mano, como la que recibí esta semana del
Doctor Rafael García y de su señora esposa Dulce Josefina desde la ciudad capital, créanme que fue tal mi
sorpresa que sacó sonrisas de mis labios y una lágrima de alegría , primero
por la gentileza y segundo
porque recordé mi niñez y
adolescencia cuando para pedir una canción en la radio había que solicitarla a
través de este sistema que unía corazones sin tener por el medio una selfie ;
sentí una gran nostalgia ,pero también una gran satisfacción , saber que una persona tomara unos minutos para escribir de su puño y letra
una carta dejando la modernidad atrás y poniendo delante lo humano. Muchas
gracias a estos dos amigos lectores por
sus palabras, pero sobre todo por su cercanía en la distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario