martes, 7 de junio de 2016

Lo que perdemos con la tecnología



Hablando en silencio
Por: Doris Rodríguez
 


La tecnología nos proporciona interesantes herramientas que nos permiten  conectarnos con lo actual, donde tenemos la oportunidad de  acceder a todo tipo de informaciones; es práctica y nos facilita nuestras tareas y necesidades; y aunque tiene la facilidad de acercarnos  a lo  lejano, también sabe  alejarnos de lo cercanos.  
Con la tecnología ganamos libertad, autonomía, posibilidades, pero también, nos esta desconectando de nuestras raíces, del mundo, nos esta volviendo seres asociales, sumergidos en la  web, en los  celulares, tabletas,  videojuegos, y cualquier otro artefacto electrónico. No vivimos otras experiencias ni dejamos que surjan nuevas oportunidades, sino que siempre estamos enfocando nuestra mirada hacia el celular o la computadora.
Con la comodidad que nos proporciona la tecnologia vamos ganando cosas y perdiendo otras. Si bien uno está obligado a ganar o perder, uno puede tratar de orientar la dosis de ganancia y de pérdida, hacer una combinación. Las formas de comunicarnos, convivir, trabajar... y en definitiva de vivir, han sufrido durante los últimos años cambios radicales provocados por las nuevas tecnologías.
Los hábitos o costumbres que hacen apenas unos 30 0 40  años eran básicos, se están perdiendo en las nuevas generaciones que ven en la tecnología un comodín, que nos va llevado a olvidar cosas cotidianas como:  saber cómo buscar un dato en un libro, recordar los números de teléfono de familiares y amigos, preguntar una dirección a un vecino ,dar un abrazo , saber identificar la flora y la fauna de un lugar, entender las unidades de medida (pies y pulgadas), ahora la tecnologia nos resuelve cada problema  a través  de una solución online mientras nos aleja de las personas. La tecnología nos ha arrancado una tarde de te o de un buen café en una conversación en la que un toque de mano era terapia para el alma, ahora subimos una fotografía a instagram, facebook o twiter para que sepan que lo tomé en una tasa de porcelana aunque el momento haya sido el más amargo del día.
La tecnologia nos ha robado el brillo de una mirada, ahora nos gastamos   buen tiempo  tomándonos  selfie  para lucir en las redes la mejor pose, nos exhibimos como un artículo cualquiera por si alguien quisiera comprarnos, nos hacemos amigos por las redes sociales ,pero si nos encontramos con ellos ni lo saludamos, porque a lo mejor su foto de perfil tiene tanto filtro que no parece la misma persona, pero peor aun nos hemos acostumbrado a saludar u sonreír por foto ,  acercarnos a alguien y saludarle nos causa miedo ,hemos perdido la cercanía de los afectos, de una mirada ,de una sonrisa o de un hola, hemos perdido los amigos de una conversación entre un  abrazo cálido y cercano  , por un amigo de un like que nos ha regalado la tecnología .   
  Los adelantos tecnológicos nos han cambiado la forma de comunicarnos  a tal punto que nos asombra recibir una carta enviada  a través de un correo postal y escrita a  mano, como la que recibí esta semana del Doctor Rafael García y de su señora esposa Dulce Josefina desde  la ciudad capital, créanme que fue tal mi sorpresa que sacó sonrisas de mis labios y una lágrima de alegría , primero por  la gentileza  y segundo  porque  recordé mi niñez y adolescencia cuando para pedir una canción en la radio había que solicitarla a través de este sistema que unía corazones sin tener por el medio una selfie ; sentí una gran nostalgia ,pero también una gran satisfacción ,  saber que una persona tomara  unos minutos para escribir de su puño y letra una carta dejando la modernidad atrás y poniendo delante lo humano. Muchas gracias a estos  dos amigos lectores por sus palabras, pero sobre todo por su cercanía en la distancia.





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