Hablando en Silencio
Por: Doris Rodríguez
Hoy necesitamos
locutores que escuchen su voz interior,
así moldearían más fácil su voz sonora
A propósito
de la celebración del día
Nacional del Locutor/a, recuerdo aquellos años de infancia, mientras mi padre
llegaba cansado del conuco, llevándose a la boca el almuerzo del día,
sintonizaba la emisora Radio zamba, allá en San Ignacio de Sabaneta, Santiago
Rodríguez ,para escuchar el noticiario “La
situación mundial” de Ramón de Luna, mientras yo, esperaba
aquel bocadito final que solía dejarme en un ladito del plato; allí sentada en la esquina de la mesa larga, solía expresarle mis inquietudes; mis anhelos,
uno de los tantos sueños era el de ser
periodista, obviamente a los 6 años y en una apartada comunidad de la provincia
Noroestana, para la época, no tenía claro lo que significaba esa profesión,
pero sí escuchaba la voz que motivaba mi
alma para decirle que quería ser como aquel hombre de voz peculiar, que
diseñaba los hechos con sus palabras y las convertía en imágenes, transmitiéndome su
energía que me inspiraba asumir el compromiso de defender como él a los más vulnerables, para que todos
pudieran tener de manera equitativa los
que a otros le sobraba.
Aquellos
sueños de niña se volvieron reales, con la única verdad, que nada de lo que hago
puede cambiar la realidad, porque para ellos sería necesario hacer que las
personas cambien de actitud de manera
individual, cada cual tiene que despertar sus sueños, tomando conciencia y asumiendo la responsabilidad de
entender que debemos empatizar con aquellos que no tienen la posibilidad
de que su voz esté frente a un micrófono
para defender sus derechos a
vivir con dignidad.
Probablemente no he alcanzado lograr del
todo despertar mis sueños, pero sí
he contado y argumentando con pensamientos libre, todo
cuanto purifica el alma, DANDO VIDA A LA PALABRA.
La
voz del locutor/a llega a formar parte
de la vida de sus oyentes, una profesional sobre cuya voz descansa la gran
misión de contribuir con la expansión de la cultura, la información; la
educación y el entretenimiento, entre otros aspectos, de ahí la importancia que
reviste este digno oficio, somos responsables de transformar vidas,
ayudando abrir las puertas mentales de
los que nos escuchan. Una vez hasta maestros fuimos llamados.
En tan importante fecha queremos recordar
a los colegas Locutores, que son capaces de dar vida y color a las
palabras en un programa, que no solo debes tener una gran agilidad mental, una magnífica
fluidez; un gran sentido del humor, coherencia
en lo que dece, manejando con
inteligencia todas las situaciones; que no
solo utilice la Voz como un vocablo que permite dar nombre al sonido que se produce con la vibración
de las cuerdas vocales, mediante el aire que
se expulsa por los pulmones y que sale por la laringe, sino que cada día debe empeñarse en ser humano, porque
entre más humano mejor Locutor.
En este día quiero felicitar de manera
especial a quienes desde sus diferentes facetas validan el oficio de la palabra hablada, a quienes soplan el micrófono con la conciencia de
educar, guiar, entretener y ser voz de la ciudadanía que confía en el
profesional del micrófono.
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