jueves, 1 de diciembre de 2011

Soy de una generación donde se vivía con amor.


Soy de una generación donde se vivía con amor,la música era el lenguaje de una mirada,se soñaba con el alma,se enamoraba con una poesía y conquistaba con una serenata,el príncipe azul era real aunque no se pudiera alcanzar, la simpatía y buenos deseos parecían oraciones diarias al conversar.
Aun anciano o niño las calles se ayudaba a cruzar y las gracias se solía dar, existían caballeros que al llegar una dama su asiento ofrecían con simpatía, reflejando su caballerosidad.

Soy de una generación donde el corazón era el que tenía la razón y donde sólo tenía un nombre el amor,la amistad era un sacerdocio, los vecinos eran parte de la familia, los compañeros de estudios eran nuestros hermanos, los maestros los segundos padres y los padrinos asumían la responsabilidad de ayudar a educar y criar.

Soy de una generación donde se estudiaba por vocación, se ejercía con entusiasmo y se ganaba para ahorrar y dar, donde un hombre valía por la palabra, no por el número de su cuenta bancaria; al compadre se respetaba y hasta el sombrero se quitaba al saludar,se decía usted a las personas mayores y un saludo respetuoso había que dar.

Soy de una generación que dormía bajo la luz de la luna, tomando el rocío de la noche en el patio mientras escuchaba los juegos de béisbol imaginando los jugadores o sencillamente escuchando música al ritmo del canto de una rana.

Soy de una generación que jugaba velluga, chata, ya,y se vestían de novias las muñecas, se bajaba en una yagua de la montaña,se mecía en una hamaca,construía casita de muñecas en el monte, se disfrutaba subir en una mata de cajuil,de mango o en un viejo samán.

Soy de una generación que vivía con fe en el por venir, cuidaba la naturaleza, tomaba agua del manantial, se bañaba en un canal y un plato de comida a un vecino era costumbre dar.

Aun anciano o niño las calles se ayudaba a cruzar y las gracias se solía dar, existían caballeros que al llegar una dama su asiento ofrecían con simpatía, reflejando su caballerosidad

Soy de una generación donde había cordialidad, se saludaba al llegar algún lugar, existía la solidaridad, la honestidad, sinceridad, se vivía en fraternidad, paz y por las calles se podía caminar sin miedo a un policía o supuesto guachimán.

Soy de una generación donde no se conocía la cocaína, Crack, el éxtasis y toda esa porquería que solo trae odio y dolor a la humanidad, a lo mas que se llegaba era ver un joven con un pote de ron piropeando desde un callejón.

Soy de una generación donde la política se ejercía con criterio, las ideas eran revolucionarias, se debatía en los escenarios las mejores propuestas programáticas para una nación, socialista o democrática, pero con ética, se aplicaba la política como ciencia, no como un vulgar negocio.

Soy de una generación donde había esperanza, se podía soñar sin miedo a que te fueran asaltar.

Recordemos que el hombre hace al hombre feliz, de la familia es que sale el fruto de lo que tenemos hoy en la sociedad, entonces trabajemos en mejorar el nido que nos debe ofrecer los hombres y mujeres de bien, los seres nobles que anhelamos en nuestra humanidad, Para que las añoranzas solo toquen a nuestras puertas para recordar los agradables momentos de una época, tu generación de mi generación.

No es que quiera que esta generación sea igual, pero ojalá en el futuro encuentre la manera de como la puedan contar sin tener que llorar.

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