lunes, 17 de octubre de 2011

En el silencio del día



Señor, en el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte sabiduría, fuerza y paz
Quiero mirar el mundo con ojos llenos de amor; ser paciente, comprensiva, humilde, suave, cariñosa, tierna y buena…Hoy quiero ver detrás de las apariencias a tus hijos, como los ves Tú mismo, para así, poder apreciar la bondad de cada uno.

Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda mi lengua de toda maledicencia; que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mí.

Quiero ser bien intencionada y justa… Que todos los que se acerquen a mí, sientan tu presencia… Revísteme de tu bondad padre amado.

Dios tu nunca te equivocas, nos da lo que realmente merecemos; al final terminamos entendiendo todo lo vivido, espiritualmente estamos hechos para soportar todas las adversidades...Aceptemos la voluntad de nuestro divino creador…Gracias padre amado seguiré tu voluntad.

Anoche pensé en ti antes de dormir, soñé, volaste sobre mis oraciones, nadaste en mis pensamientos y caminaste sobre mis miedos… Dios mío tu siempre estás ahí, eres mi motivo para no dejar de confiar y sonreír…Mi Señor, en tus manos está mi vida, te la ofrezco, sólo tu padre amado, me guía y sabes por dónde debo caminar.

Hoy hago un alto en medio de un agitado día, para escuchar en silencio tu voz mi Dios y que me diga que puedo hacer para cambiar mi vida, como ayudar a los demás, como aprender amar más y mejor, como vivir con lo que tengo y no preocuparme por lo que no pueda alcanzar y ser plenamente feliz.

Reconozco que el poder está dentro de mí y sé que lo voy a lograr porque quiero vivir en paz con el gozo del espíritu santo en mi corazón y que a partir del próximo amanecer pueda encontrar la mejor manera de cómo hablarte padre amado para que pueda yo permanecer en su gloria mi buen Señor.

Dios gracias por este hoy…En tus manos confío el mañana…Después de cuidarme en esta noche. Amén

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