He tenido la
suerte, de que una joven estudiante de
mercadeo me abordara; para hacerme la siguiente pregunta ¿por qué es malo ser
buena?
La mire, y en solo segundos pasaron por mi mente tantas interrogantes, mientras le
decía espérame unos minutos para que
juntas encontremos la repuesta.
Después de cinco minutos nos sentamos a platicar. La escuche,
en su relato me decía como en medio de tanto dolor e injusticia, quería una
repuesta de Dios, con la siguiente
pregunta. ¿Por qué si soy buena, me pasan
tantas cosas malas?
Entonces se
me ocurrió preguntarle ¿qué es ser bueno?
Me dijo: “ser buena,
es no engañar, ni ser hipócrita, no maltratar ni humillar a los demás, hacer
las tareas que nos corresponden y obedecer nuestros padres, no vengarse de nadie y tratar de no ofender a los demás”.
Todas aquellas repuestas me parecieron correctas, sobre todo porque venían de
una joven que apenas tenía 18 años.
A pesar de su aparente seguridad de que estos valores son importantes, que
ayudan a ser buena persona, valores
que le habían inculcado y lo ponía
en práctica, sin embargo, me llamo la atención que jamás habló de un
sentimiento que nos hace ser
diferente “EL AMOR”. Es el que nos clarifica
en momentos difíciles, nos lleva a creer en Dios y a no perder la fe, la
esperanza en que debemos seguir adelante a pesar de las incongruencias que no
logramos comprender de la vida.
Cuando creemos darlo todo, consideramos que la recompensa
debe ser inmediata y a manos llenas, desconociendo que en medio de todo, debemos agradecer, por los
sufrimientos, ellos nos enseñan a crecer
y a ser mejores personas. Porque el dolor
nos ayuda a purificar el alma. No
siempre tenemos lo que queremos, y no debemos sufrir por no tenerlo.
Hay que
aprender a vivir y disfrutar lo que
tenemos y trabajar sin angustia para alcanzar nuestros sueños, disfrutando cada
minuto como si fuera el último segundo de vida, sólo entonces llegará lo que
nos corresponde, lo que entendemos merecen “LOS BUENOS”.
Es probable que vea
ir y venir a personas de enormes fortunas y felicidad fabricadas, en un afán desmedido
por alcanzar, la fama , el éxito ,cuando le llega ,entonces se dan cuenta que
el vacío es tan grande que no pueden llenarlo con lo que afanosamente se han pasado
la vida buscando.
Ser bueno o malo es
ir mas allá de lo que hacemos o dejamos de hacer,”de lo que merecemos o no” .Ser bueno es armonizar sentimientos, fortalecer el espíritu para que pueda volar en el universo,
ser malo quizá sea estar perdido en el tránsito de la vida sin encontrar la
puerta de salida. En fin malo y bueno dos códigos, uno para definir lo que nos
produce bienestar el otro lo que destruye y nos quita la paz.
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