La aventura más maravillosa no es llenar
de sueños nuestras vidas, sino hacer de cada momento algo tan fuera de lo común
que parezca un sueño a la hora de recordarlo. Sueña lo que quieras soñar, ve a
donde quieras ir, sé lo que quieras ser, haz lo que tenga que hacer, alimenta
tus sueños con actos solidarios, porque
tienes tan sólo una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer, lo que
deba hacer, porque mañana nadie nos
puede asegurar que aquí estaremos.
Cuántas
veces hemos oído hablar de la paz, clamamos por la paz, hay naciones que
necesitan paz, todos en algún momento hemos gritado ¡quiero paz!,
pero ¿qué es, y como se encuentra esa palabra corta que sirve para dar nombre a algo muy importante y
difícil de conseguir?
A mi
entender la paz es el triunfo de la vida, es un estado de justicia y
solidaridad donde se hace todo lo posible por construir un mundo mejor. La paz
es sinónimo de amor, de tolerancia, de alegría espiritual, de aire perfumado, de calor de hogar, de compartir entre hermanos. Creo
que es momento que naciones en guerras, padres, hijos, hermanos salgamos en busca de la paz.
La solidaridad
nos trae paz, seamos solidarios, sólo es
difícil enfrentan la vida, las dificultades se aligeran más fácil con la ayuda, la colaboración de otros.
Aprendamos a compartir. Las personas superan
obstáculo y resuelven problemas si encuentran una mano extendida .La
solidaridad ayuda a la convivencia, enriquece nuestras relaciones, despierta
confianza, el acto voluntario de solidaridad nos hace mejor persona, es
importante descubrir la maldad, denunciar al injusto y al malvado,
eso es un acto de solidaridad a favor de quienes son maltratados, humillados. Sentir
como algo propio el sufrimiento del hermano de aquí y de allá, hacer propia la
angustia de los pobres, eso es solidaridad. No me gusta la gente indiferente.
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