El silencio no es la ausencia del
sonido, es un estado tranquilo en que podemos ver con mayor claridad todo
aquello que se mueve en nuestro interior, hace mucho tiempo vengo escuchando
esta perfecta definición sobre el silencio. Y es que a través del silencio podemos escuchar el sonido del alma, el que
nos indica lo que llevamos en lo más profundo de nuestro ser, el que nos hace encontrarnos
con nuestra realidad.
Allí donde guardamos los secretos del corazón, en la profundidad,
con la fuerza del espíritu, se escucha el silencio del alma.
El silencio es el mayor grado de comunicación que podemos
conseguir con nuestro interior y con un
ser humano… Y la naturaleza, perfecta en
toda su dimensión expresa su silencio a través de los pájaros y demás criaturas
del universo.
En el silencio se descubren maravillosas
conversaciones que con palabras sería imposible de pronunciarlas.
En el trabajo tranquilo y callado, los dones de las personas se hacen
visibles, entre prisas y ruidos el
silencio puede ser la mejor arma que
disponemos para acercarnos
La palabra cuando es clara y
sincera, nos acerca a los demás, nos ayuda a darnos a conocer, nos muestra lo
que pensamos y vivimos. En el silencio
existe el mayor grado de comunicación.
La vida se comparte dándola, el
silencio se comparte estando al lado del
que sufre, del que ama, del que vibra al son de un sencillo acorde musical, una poesía, la lluvia, en una
puesta de sol o en una sonrisa
Si habre el
cofre sagrado de tu silencio, y comparte
con otros desde lo que eres, vives, lloras y ríe, sin palabras, sencillamente
desde lo que eres, sólo entonces encontraras el sonido del silencio.
La soledad no es silencio, el silencio no es soledad: el Silencio es escuchar el sonido del alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario