domingo, 4 de julio de 2010

¿Qué debemos hacer para que la vida no sea tan difícil?

En este mundo cargado de problemas en que nos ha tocado vivir, nos encontramos que nunca como hasta ahora, había sido tan difícil cumplir todos los roles que nos han sido asignados por la naturaleza humana, sin tener que estresarnos tanto.

Encontramos que todo a nuestro alrededor está mal, y que no sabemos qué va a pasar al día siguiente: “Ya no alcanza para nada el dinero”, “La vida parece ir más de prisa”, “No tenemos tiempo para nada”, “Cada día hay más quehaceres y más exigencias, mayores retos y más reclamos” “La publicidad bombardea nuestros hogares a través de la radio ,la internet, la prensa y la televisión”, “Los políticos nos tienen hasta la coronilla con su pésima funciones en las posiciones que han buscado desempeñar ” y “Las cosas cada día más difíciles para quienes tenemos a cargo proporcionar bienestar a la familia .”
Pero debemos seguir cada día con la responsabilidad de inculcar los más sanos valores a nuestros hijos/as para dejarle como legado una mejor sociedad y puedan disfrutar con libertad la grandeza de este mundo.

Debemos pues trabajar para que el paso por la vida no sea sólo un nombre o un número de identidad, debemos dejar una enseñanza, que se nos recuerde por las buenas acciones, la ayuda desinteresada a nuestros semejantes, y los aportes realizados en beneficio de la comunidad.

Tenemos pues que ser personas sabias, la sabiduría implica abrir las manos, el corazón y no ser egoísta, es saber ayudar a los demás, aún cuando te esté yendo mal. Ser una mujer/un hombre sabio es saber cultivar la amistad, es ser noble y servicial, aún cuando te traten mal, y aun así tener la capacidad de alegrarnos, sí; de alegrarnos cada mañana al ver salir el sol, de alegrarnos al ver la sonrisa de nuestros hijos/as, la satisfacción de nuestra familia, el orgullo de nuestra pareja, y de ser felices por tener la oportunidad de vivir un día más y siempre decir: “Gracias Dios, por ayudarme para que cada día pueda tener más entusiasmo, más fuerzas, entereza, comprensión, confianza, más fe y pueda ayudar a quienes me rodean y se acercan a mí, y así pueda seguir mi camino y cumplir con tu voluntad”. Para que la vida no sea tan difícil si conocemos de tus bondades señor.
Por eso y por muchas cosas más amigas/os, busquemos la sabiduría propia y aprendamos a ser personas sabias para hacer de nuestra vida cotidiana… ¡Un banquete! Podemos lograrlo a base de trabajo, buenas acciones y caminando dejando buenas huellas estampadas en este corto paso por la vida.