Aún estamos de
cuarentena, sin saber cuándo vamos a salir.
Lo que sí debemos comprender ahora es, que no somos
dueños del tiempo, que se quedaron atrás las metas y objetivos en la fecha que nos habíamos planteado para
este año 2020.
Dios nos ha puesto de rodillas ante ÉL, para que entendamos que la vida en
cristo Jesús es más importante que nuestra
agenda, el carro, la casa, la empresa, el trabajo, el dinero y todo lo que
nosotros creemos “importante”…
No entendemos que lo
único para contrarrestar este virus es, quedarnos en casa.
Sé que me dirá, que
no aguanta el encierro, que no tiene qué comer, que añora ir a la iglesia, a la
escuela, al trabajo, que no puede estar sin ir al salón a tapar lo que todos
sabemos tiene ( canas), que tu familia y amigos te hacen falta; que tenía
previsto una series de actividades como: ir de viaje, celebrar cumpleaños familiares, fiestas entre
amigos , cenas, bonches, en fin, lo que siempre hacemos, aparentar que estamos
bien y “somos felices”.
Ahora yo te hago
una sola pregunta ¿Antes de tu encierro
valorabas todo lo que hoy añoras?
Si quieres volver a tener lo que tenías, espera un poquito más y QUÉDATE EN
CASA. Acércate a Dios, Porque de
seguro que cuando regreses a tu “vida normal” será diferente.
Doris Rodríguez
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