martes, 15 de noviembre de 2011

Quiero existir con Alma & Corazón.


Si los seres humanos realizamos acciones de valores espirituales, es porque poseemos un principio espiritual que llamamos alma.

Si en vez de dar impulso al cerebro,actuáramos más con la razón del corazón sería menos difícil aprender abril el alma, para saber secar una lágrima, provocar una sonrisa,dar cariño, escuchar el canto de los pájaros,deleitarnos con una puesta de sol, con la fragancia de las flores, escuchar el silencio o simplemente ver el encantador vuelo de una mariposa.

Sentir abrir el alma, es cuando en ocasiones extrañamos volver hacer niños/as para escuchar una canción de cuna , para dormirnos mientras nos acurrucan o nos van meciendo y diciéndonos que nos aman acompañado con un “Que tenga felices sueños”con estas añoranzas enternecemos, sacando un suspiro de aliento materno y damos mimos a nuestra alma.

Cuando sentimos compasión, abrimos el alma, lloramos y de nuevo recuperamos la sonrisa, la misma se vuelve un arcoíris, porque se siente la dulce alegría de volver a sonreír y dejar de llorar por haber encontrado la verdad del llanto a través de la bondad al poder ayudar.

Al abrir el templo del alma nos damos cuenta que la felicidad no se compra, se conquista, se ama sin exigencias, se entrega sin pedir nada, el amor se convierte en sueños de suave pétalos de rosas, y las amarguras en dulzuras infinitas, las lágrimas en frescas gotas de rocío y se perdona sin cicatrices.

El alma mejora, adquiriendo nuevas cualidades, acrecienta su calidad espiritual mediante la repetición de buenos actos. Así los hechos aislados se convierten en cualidades y se adquiere facilidad y soltura para continuar la línea de actuación correcta. El alma es espiritual y se puede observar a través de las acciones que realizamos con reflexión.

Evocar un pensamiento positivo, alegre, sentimos una gran satisfacción, alivio, orgullo, gratitud, serenidad, y es porque hemos mirado hacia el alma, allí están los valores positivos; los sentimientos nunca mienten son fieles indicadores de nuestros pensamientos de lo que tenemos en nuestro interior y debemos seguir su dirección.

No debemos permitir que el alma se nos dañe
El alma se empobrece cuando no la ejercitamos con las facultades de inteligencia y la voluntad para su desarrollo. En este sentido, la pereza y la dejadez causan mucho daño. En el plano sobrenatural, el daño mayor para el alma lo produce el pecado…La unión con Dios y la recepción de gracias o dones divinos es lo que más beneficia al alma. Por esto, el pecado es lo que más perjudicial, debilitando la unión con Dios… El alma empeora con la repetición de actos malos, que la transforman en un alma viciosa, más inclinada al mal, cuestión que no debemos permitir.

Si quieres a partir de este momento puedes ser una persona completamente diferente, abriendo el alma ,mirando tu ser, responde con coherencia a tus interrogantes, llenando de amor y comprensión a los que te rodean, disponiendo por una actitud en consonancia con los valores y con la mano extendida ira en el camino correcto, para obtener las herramientas , como ladrillos con los que puedas construir la puerta que le llevara al alma desde donde se puede ver la claridad de la luz y se escuche la sinfonía de la vida en paz… Y donde se siente con claridad los latidos del corazón.

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