“Tu niño interior está hoy a flor de piel” Siendo
muy joven ,tal vez niña, escuche esta frase y me quede pensando, que
significaba, a quien se lo decía era adulto, pero ese día, efectivamente
parecía un niño juguetón, alegre y travieso .Como siempre me ha gustado conocer el comportamiento
del ser humano, es la única manera de comprenderlo y amarlo con sus defectos y
virtudes, pero sobre todo, ayudarle
hasta donde me sea posible. Con
mucha frecuencia leo sobre temas de psicología, crecimiento personal y espiritual,
que me ayudan día a día para vivir en un
mundo armónico y ofrecer mi espacio donde sea más fácil habitar.
Así que hoy me voy a atrever a refrescar mi memoria con lo leído y aprendido, quizá no salgan citas
textualmente de sus autores, pero así fue quedando en mi memoria ,lo del niño
interior que todos en algún momento de nuestras vidas sacamos.
Ya
que el “Niño Interior” está
formado por las experiencias de los primeros años de infancia y por las diferentes
vivencias en las etapas de la vida. Lo más seguro es que hayan existido
experiencias negativas, fuertes traumas emocionales que hicieron sufrir a ese
niño o niña, por ejemplo la falta de amor de uno o ambos padres, el maltrato,
un desprecio, algo que te lastimó
o te produjo mucho temor, en fin, son muchos los motivos .
El niño interior es el Yo que realmente somos,
que siempre hemos sido, que habita en nosotros aquí y ahora. El Yo que nos
conecta con la alegría y con la tristeza de nuestra infancia, es precisamente
la clave para alcanzar la plenitud en tanto adultos. Parar recuperar ese niño interior que todos
llevamos dentro, hay que hacer que aflore toda la sabiduría que el “niño” puede
aportar a la conciencia adulta.
Todo esto aparentemente olvidado, está allí y de manera
inconsciente influye en el comportamiento a todo nivel hasta el punto de
producir efectos negativos que no comprendes en la actualidad.
El hecho de no tener suerte en tu carrera, en el amor, el
tener inseguridad personal, baja autoestima, relaciones interpersonales
conflictivas o un temor inexplicable son frutos de un Niño Interior enfermo.
Al sanar nuestro Niño Interior muchas
veces desaparecen las partes negativas de nuestra personalidad y es mucho más
fácil alcanzar el éxito y la felicidad en todos los niveles de la vida, de ahí
la importancia de esta sanación.
Es probable que consigamos recuperar
nuestro niño interior y ser feliz.
Si logramos
sanar al niño interior herido o maltratado,
resolver antiguos traumas, recuperando la inocencia, la alegría y la capacidad de asombro, asumir
al niño como símbolo de nuestra energía creativa, perdonar nuestros padres,
desarrollar una conciencia compasiva, resolver los cabos sueltos que nos
quedaron en nuestra niñez, que quedaron en el camino, entonces es probable que
tengamos una vida más ligera y podamos al final encontrar la paz interior.
Y lo podemos lograr ¿cómo? es importante respirar y recordar por un momento las cosas que te
hacían feliz en la infancia, y ponerlas en práctica, con frecuencia los adultos
olvidamos los momentos sencillos de la
vida y nos enfocamos a los grandes
logros…Si retrotraemos el niño interior, este nos ayudaría de manera simple a recordar algunos placeres infantiles, que nos devuelven la sonrisa y la
sensación de bienestar. Pongámoslo a prueba, reúnanse en
familia, con sus hermanos, con algún amigo o vecino de la niñez y notaran
cuantas simples acciones hechas en la
niñez producirán las más agradables carcajadas y dejamos el mal humor atrás.
Algunos especialistas consideran que el mal humor desaparecerá, si dejas
tus actividades diarias por un momento, para disfrutar de una paleta que
recuerde tu niñez, ver los niños jugando o simplemente dibujar, leer o escribir de lo que te guste.
Para los infantes no existen las preocupaciones, porque ellos ven la vida
como un juego y no como un enfrentamiento, así que no lo dudemos y recuperemos
a ese niño
interior; tratando de ver la vida de forma positiva, para
perder el temor, la frustración y el enojo.
Para
consentir a tu niño interior regresa el tiempo: visita un parque, haz
burbujas, comparte los juegos con tus hijos, sobrinos o
nietos, ríete de lo más sencillo de la
vida; disfruta y convive contigo mismo.
Sé que la pregunta ahora será, ¿Cómo sano mi
niño interior, Cómo lo curo? Ademas
de todo lo anterior y aunque muchos no consideren importante y efectivo, es importante confiar
en la ciencia, es por ello que, para lograr
reconciliación con nuestro Niño Interior y sanarlo debemos
entrar en contacto con él o ella (los psicólogos denomina a éste proceso
“Regresión”).
El Maestro, Jesús de Nazaret, se refería a esto cuando
dijo: “Tienen que ser como niños”. Él no quería decir que fuéramos ingenuos o
inocentes como un niño, sino saber cómo volver a ser ese niño que fuiste en el
pasado y sanarlo. Jesús sabia que en el fondo de nuestro pasado estaban las
cosas que afectaban la conducta de las personas.
Los pasos para sanar nuestro niño interior son los
siguientes:
1.
En
tu habitación, cómodo, acostado o sentado, te relajas, cierras los ojos,
respiras profundamente. Concéntrate en tu respiración y comienza lentamente a
contar de forma descendente de diez a cero.
2.
A
medida que avanza la cuenta te irás relajando más y más, visualízate a ti
mismo(a) llegando al centro de tu mismo ser, ves una luz y en medio de ella
visualiza como va apareciendo tu niño o tu niña interior.
3.
Sin
perder tu relajación y concentración mírala, obsérvala, ¿Cómo lo ves? Pequeño, sólo, abandonado, maltratado,
asustado, llorando, desorientado, o tal vez feliz, solo tú sabes cómo ves tu
niño interior.
4.
Trata
de visualizarlo claramente, en un principio tal vez no lo logres, pero trata en
todo lo posible de hacerlo ya que de este ejercicio depende gran parte el éxito
en tu vida.
5.
Acércate
a él o a ella, háblale suavemente, con mucho amor. Abrázale, si deseas cárgale,
dile que le amas, que ya no está sólo, que ya no sufrirá mas, que todo ha
pasado y ya nadie le hará daño. Trátale con mucho amor y consuelo. Ahora que
has entrado en contacto con ese niño interior déjale saber que ya está sano que
ya nada le molestará.
6.
Una
vez logres contactar tu niño interior míralo(a) lleno de felicidad, con
amor despídete y dile que ya todo estará bien. Comienza a contar de 0 a 10
lentamente a medida que vas volviendo a tu realidad, abre los ojos lentamente y
disfruta de la paz interior que sientes en ese momento.
A partir de este instante has sanado tu niño interior y
estás listo para seguir adelante. Ya no te molestaran los traumas que
inconscientemente te venían afectando y no te permitían alcanzar tu felicidad.
Ahora estás listo para el siguiente paso hacia tu
superación personal y convertirte en un ser poderoso, capaz de lograr todas sus
metas, alcanzar el éxito y ser completamente feliz. Ese siguiente paso es
entrar en contacto con Tu Yo Superior.
Gracias a:
Los diferentes artículos y libros sobre
el tema, que han aportado a mi vida,como: Lorena Ramírez, Marion Woodman, Joseph Campbell, ,
June Singer, Ralph Metzner, Marie-Louise von Franz, Erik Erikson y Jeremiah Abrams
Pero sobre todo a una historia que encontré de una chica que cuenta su vida, los abusos sexuales que vivió, el abuso de
drogas, las peleas, las situaciones extremas y como cambió su vida al darse
cuenta que tenía que sanar a su niño interior. Estos casos me sirvieron de
plataforma para escribir este artículo que comparto con ustedes
1 comentario:
Me ha encantado tu artículo. Al principio cuando dijiste que debíamos visualizar a nuestro niño interior no pude evitar ponerme un poco escéptica y preguntarme de verdad si iba a tomarme enserio este artículo. Sin embargo a un así lo intenté y ahora me encuentras aquí ahora llorando sintiendo que me he quitado un gran peso de encima y escribiendo este comentario para ti. Gracias, me ha ayudado mucho. (Visualizarme a mi de niña ha hecho que me diera cuenta de lo mucho que me quiero y que no lo he sabido hasta ahora)
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